Últimamente, cuando hablamos con las empresas por temas laborales, de FCT... nos dicen que ellos lo que quieren es "gente normal". La cuestión es ¿qué es, hoy en día, lo normal?. Según las encuestas, los empleadores dan más importancia a las habilidades sociales y humanas que a las técnicas (éstas, como al soldado el valor, ya se suponen). Y es curioso que, siendo así, no hablemos abiertamente de esas capacidades. Por eso me he animado a escribir esta entrada.
También últimamente, he notado que, cada vez que llamo la atención a un alumn@ por algún comportamiento que, desde mi (humilde) punto de vista, no es adecuado, la respuesta suele ser "es que yo soy así" o "es que en mi familia somos todos así". Y listo, me sueltan la frasecita como si eso fuese un salvoconducto que les exime de toda responsabilidad sobre sus actos.
En el improbable caso de que, por ejemplo, una cebra pudiera hablar, podría decir que ella es así (blanca y negra o negra y blanca, según se mire) porque "es que en su familia son todos así". Eso se entiende. También entiendo (aunque no me parece higiénico) que un perro no tenga más remedio que saludar a otro congénere olisqueándole el trasero... Eso son formas de ser y comportamientos heredados y los animales no pueden elegir.
Nuestra situación es otra. Nosotros podemos elegir cómo responder al entorno. Una cosa es tener una costumbre y otra, no poder cambiarla. Esa libertad de acción es, según los filósofos, una de las grandes diferencias entre los animales y los humanos. Tenemos libertad para decidir como enfrentarnos a lo que se nos viene encima.
Algunos me habéis contado que en casa están acostumbrados a que aprobáis por los pelos y por ello, no esperan demasiado de vosotros. Así que actuáis en consecuencia, haciendo lo mínimo posible y en el último momento, reforzando el papel que se os ha asignado en vuestra anterior vida escolar, en la sociedad, en la cuadrilla...
Si os dais cuenta, estoy hablando de excusas para dejarse llevar.
No hacen falta cambios de calendario, cualquier momento es bueno para tomar las riendas de nuestra vida y de nuestros actos, para hacer lo que de verdad nos conviene (¡ojo! no confundir lo que nos conviene con lo que nos viene bien). No dejéis que la crisis ni el rol que os hayan asignado os sirva de excusa para no dar lo mejor de vosotros mismos.
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Muy bueno, cuanta razón tienes.
ResponderEliminarSaludos. Diego
Ya sé que a algunos no tengo que convenceros...
ResponderEliminarGracias por el feedback :-)