lunes, 16 de enero de 2012

Yo procrastino, tú procrastinas...

Seguro que si os preguntara a qué os suena la palabra procrastinación las respuestas serían divertidas.

La definición de Wikipedia es esta:
La procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro) o posposición, es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.

Ese término es aplicable, seguro, desde que el mundo es mundo, pero hay que reconocer que, últimamente, con las redes sociales, los correos electrónicos y los distintos tipos de mensajería instantánea, tenemos un arsenal de "buenas razones" para posponer nuestras obligaciones. Y es que, antes de hacer la tarea de... Telemática (por ejemplo), y ya que está el portátil en marcha, conviene responder los mensajes pendientes, y asegurarse de que no hay novedades en Tuenti, Facebook, Twitter, YouTube... De no hacerlo así, las interferencias que provoca la mala conciencia impiden desarrollar el trabajo con la concentración adecuada... Pues bien, ese "touching the balls" 2.0 también entra dentro del concepto de procrastinación.

Al parecer, en EEUU ya se están produciendo casos de personas que están teniendo problemas para mantener sus puestos de trabajo debido a esta nueva forma de adicción. Incluso hay grupos de Procastinadores Anónimos para apoyar a los afectados en el proceso de "des-socialización".

Ante esta situación, algunas empresas optan por prohibir el acceso a las redes sociales desde los puestos de trabajo. Pero hoy en día, con la proliferación de las tarifas planas en los móviles, esas estrategias están condenadas al fracaso. Nuestro propio Departamento de Educación nos ofrece acceso restringido a Facebook, lo cual es más una molestia que una medida efectiva, ya que siempre hay maneras de saltarse el filtro de contenidos que nos "impide" el acceso.

En fin, como todo en la vida, el uso que hacemos de los recursos depende de cada persona, y aunque a vosotr@s no os afecta el tema, porque lo tenéis controlado y lo podéis dejar cuando queráis, os dejo unas propuestas que os pueden venir bien:
  1. ¡¡Piensa!! Ante algo que tienes que hacer, la decisión es tan sencilla como hacerlo o no hacerlo. Ahora bien, ¿sabes elegir entre lo que te conviene y lo que te apetece?
  2. Establece un horario para atender en periodo laboral/escolar tu vida 2.0. (¿De verdad crees que es necesario responder a cada mensaje que recibes en el plazo de un minuto?)
  3. Una solución desde el mundo 0.0 -> usa lápiz/boli y papel. Para listar todo lo que tienes que hacer y llevar el control de cómo evoluciona tu lista.
  4. Asigna prioridades a tus tareas
    1. Primero, aquello que no requiere ni ordenador ni acceso a Internet.
    2. Segundo, lo que requiere PC (sin conexión a Internet)
    3. Tercero, enciende el router/cable módem... y completa las tareas que requieren acceso a Internet.
    4. Cuarto, establece un sistema de recompensa (digamos una recompensa por hora) y con una duración fija (digamos 10 minutos) que te motive y que te permita despejarte entre dos tareas.
A ver si sois capaces de vencer vuestra procastinación ;-) y dejáis algún comentario sobre el tema...
   

2 comentarios:

  1. Curioso lo del "touching the balls" 2.0, jajaja.
    Hasta ahora no me había parado a pensar y cierto es que lo primero que hacemos (yo por poner un ejemplo) al encender el pc es:
    -Buscar conexión a red.
    -Conectar a MSN (para ver el correo) y cotillear a ver quien esta conectado.
    -Una vez visto el correo, utilizar la misma pestaña para continuar viendo las redes sociales.
    Cuando ya hemos pasado por esos pasos, entonces (y no hasta el momento) es cuando empezamos a realizar el resto de tareas, cuando realmente debería ser al contrario.
    Intentare controlar un poquito más el lado 2.0 para dar prioridad al 1.0

    ¡Un saludo!

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    1. Si es que la cosa tiene base científica.
      Parece que el cerebro libera dopamina cuando recibimos alguno de estos estímulos 2.0.
      Así que hay que tener mucha fuerza de voluntad para ponerse al lío. Ahora que lo pienso, yo iba a corregir tareas de STEL y me estoy liando... :-)

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